FELIPE VIDAL: “Siento admiración y lealtad con quien me hizo conocido: Carlos Scanavino, un deportista inigualable”

Felipe Vidal presentó hace unas semanas el libro “Pasión Acuática” en nuestra ciudad. Por compromisos laborales no pudimos asistir pero no queríamos dejar pasar la oportunidad de dialogar con él e hicimos los contactos rápidamente. De descanso en su casa balnearia conversamos vía email con quien marcó a cientos de nadadores en la vida de otro club Remeros, muy distinto al actual. Es que la vida misma es otra. Una forma de acercarnos al docente, al ser humano…

-¿Cómo llega a acercarse a la natación?
En cada período de vacaciones, el verano plantea la necesidad de aprender a nadar. Mis padres, previsores de la seguridad y sabiendo que era lo mejor para soportar los días calurosos, me indujeron a los 10 años junto a mis hermanos más pequeños. Luego del aprendizaje vino el entrenamiento. Ya con 16 años Wilfredo Raymondo necesitaba alguien que supliera a la profesora Susana Da Silva de Moreno, tras su embarazo. Me propuso junto a Irene Sosa a colaborar esa temporada.
El próximo año fue una constante y vinieron los cursos de instrucción y salvataje, que marcaron mis inicios en la docencia de la natación, con la inminente apertura de la Piscina Cerrada.
-La etapa del Remeros, ¿cómo la recuerda?
Creo haber vivido todas las etapas posibles: socio y deportista, ayudante y docente, dirección de la Piscina Cerrada y entrenador de los planteles del club. Recuerdos son muchos y de los mejores; de mi crecimiento como persona y deportista. Hasta haber incursionado en el Baby Fútbol oratoriano, ya que nuestra natación no contaba con pileta climatizada. En los campamentos de Guaviyú con los planteles, cada entrenamiento en el río, en la piscina, los dobles horarios, especialmente madrugar a las 5, los grandes logros deportivos y sobre todo la cantidad de niños y niñas en los Interescolares de Natación.
-¿Qué diferencia encuentra entre ese Remeros y el de hoy?
Los años se han encargado de que haya una diferencia edilicia y dificultades de mantenimiento. Siempre hay un remero, un nadador que se destaca. La fuente de valores es inagotable, eso hace fuerte al espíritu de la institución del rombo blanco. Lógicamente antes, con la Piscina Cerrada a mil, a pesar de las dificultades de mantenimiento de ayer y de hoy, la natación tuvo una masificación infernal. Entre aprendices y entrenados los horarios estaban repletos. Hoy, con más dificultades y notoria buena voluntad de dirigentes, profesores, deportistas y familiares, surgen con la natación y el remo nuevos y destacados valores. Confesar que actualmente mantengo mucho interés por mis raíces.
-¿Qué cosas encontraste en Montevideo cuando te fuiste, positivas y negativas?
Un nuevo empezar, manteniendo los ideales de responsabilidad, trabajo serio y profesional; tuve otras oportunidades de crecer en todo aspecto. La familia me acompañó y soñamos juntos por mejores horizontes. En el Club Neptuno fueron 6 años, muchas horas en las piscinas, valores siempre hay, especialmente cuando hay dedicación y voluntad por todas las partes. Algo parecido a mis recuerdos del CRP: planteles numerosos, comisiones de padres incansables, viajes y campeonatos muy exitosos. Encontré el espíritu y afecto un poco frío, el Interior es más de integración y ayuda. La competición es siempre buena, pero el egoísmo y la rivalidad fuera de la competición se nota más. Después viví 18 años en la ACJ y descubrí la natación especial como un crecimiento del alma. La natación me ayudó a despertar nuevas actividades, por lo que estoy cada día más satisfecho con aquel paso que realicé en el año 1986.
-A nivel país, ¿hay una política deportiva definida en lo que tiene que ver con la natación?
El deporte tiene definido su espectro y organización por el deporte y la educación física, mientras que la natación cuenta con su propia entidad, la tuvo siempre y la tendrá, en ella se refleja lo que es. Hoy, más cerca de la FUN (Federación Uruguaya de Natación) donde hemos masificado con la División AMENA y la Liga Master, dando margen a más deportistas y sin claudicar la práctica por la edad y las ganas de competir. Resulta muy difícil ver los veranos sin competición en torneos de natación, cosa de no creer, ya que se convierte en un período de vacaciones obligadas demasiado largas. Al Uruguay le interesa el turismo, por ahí es una buena excusa. Hace tres años, comenzamos a promover las instancias universitarias, conjuntamente con la LNNM y la Liga Universitaria, donde Paysandú Universitario ha tenido éxitos en corto plazo. Ojalá sigan motivados y en 2012 vuelvan por más. Al final de 2011 la movida de la Juventud, mediante el Ministerio de Turismo y Deporte, la Dirección Nacional de Deporte, las intendencias de todo los departamentos, donde la comuna capitalina junto a los organismos del Estado mencionados, con el Prado a full, fue escenario de una verdadera integración de deporte. Esas actividades dan solución para convencer a nuestros jóvenes a volcarse al deporte como aficionado al principio y descubrir talentos para el futuro.
-¿Qué país o países están en la vanguardia hoy en día?
La natación no para de crecer, el mundo evoluciona vertiginosamente, nosotros miramos cada vez de más lejos las posibilidades de estar en una semifinal o final, de lo que sea, Mundial, Juegos Panamericanos y Olímpicos, Sudamericanos, etc. Reitero lo dicho con anterioridad, la natación es un deporte individual pero se debe pensar en lo colectivo y para practicarlo todo el año. No nos podemos dar el lujo de parar en verano. Para ser más exacto, del 15 de diciembre a fines de marzo no hay torneos oficiales. Salvo que algún club intervenga en torneos de países limítrofes.
-¿Se enteró de que estuvo José Meolans en Paysandú? ¿Qué comentario le merece?
Siempre es bueno adquirir nuevas experiencias, más de alguien que estuvo entre los mejores velocistas del mundo. Transmitir especialmente a deportistas jóvenes y talentosos, como técnicos motivadores y con ganas de mejorar, siempre deja algo, habrá que saber si Meolans pudo transmitir ese carisma y conocer su futuro como entrenador.
-¿Qué cosas consideras que dejaste al deporte?
Sobre todo personas valiosas, como hombres y mujeres con responsabilidad, sacrificio y amistad. Quise a todos por igual, al talentoso, al sacrificado y voluntarioso en el entrenamiento, para después volar en las competencias. Muchos otros tuvieron la oportunidad de estar, en los viajes, en el equipo, a pesar de no llegar a las medallas, pero respetar su entrega y cariño. La masificación siempre fue mi norte. Planteles numerosos, oportunidad para todos. A la natación uruguaya no le defraudé. En lo internacional, títulos y medallas de una época gloriosa, recordando desde 1977 al 1992 en la selección nacional. Cada oportunidad de aprender, con grandes entrenadores, cursos internacionales y torneos con la élite mundial me llevó a volcarlo en mi natación y en la de todos. Espero seguir aportando ese sentimiento de pasión cada día.
-¿Qué otras cosas te hubiese gustado dejarle?
Aún la natación no me ha dejado ni pienso dejar, espero seguir creando y ayudando por este gran sentimiento.
-¿El más grande?
Siento admiración y lealtad con quien me hizo conocido: Carlos Scanavino, un deportista inigualable en la hora de entrenar, una memoria técnica y rítmica fantástica, un rendimiento deportivo insospechado, siempre iba a más, aparte era una diversión competir, su rostro feliz aminoraba a los rivales.
-¿La más grande?
Conocer a Ana María Norbis ya en sus últimos éxitos a fines de los 60 y con el tiempo aquilatar sus dones técnicas y sus hazañas, me hace pensar en la más grande que tuvo nuestro país. Me hubiese gustado ver sus competiciones. A ella no le gustaba mucho entrenar y estar fuera de su casa y en especial de sus familiares, pero marcó lo que nadie aún ha podido hacer, tener dos récords olímpicos en su haber.
-¿En qué nivel esta Uruguay en el mundo de la natación hoy en día?
A nivel directriz, en el primer lugar, con el Dr. Julio Maglione presidente de FINA, un gran luchador y un apasionado por llegar a sus objetivos. Lamentablemente debemos sentirnos contentos de que nuestros pocos atletas y los mejores del momento, puedan estar en las contiendas mundiales.
-¿Cómo se supera esta situación actual?
Sin centros de alto rendimiento, ningún deporte menor podrá crecer en forma constante, pero aún debemos esperar. No hay un complejo de piscinas, para competir y de entrenamiento con dimensiones olímpicas.
¿Un lugar para vivir?
Siempre fui de ciudad desde mis 5 a los 58 años, ahora quiero compartir con mi familia y la vida rodeada de lo natural, por eso Sierras de Mar entre Cuchilla Alta y Santa Ana es nuestro paraíso. Mi sueño de vivir intensamente.
-¿Por qué escribiste el libro?
Nunca lo hubiera imaginado, el desafío de contar y narrar las historias de la natación me llevaron a aceptar la propuesta de “Tato López”; material y memoria tenía, el tema surgió cuando un amigo de la natación me acercó su relato. Me dije: también puedo contar lo sucedido en 40 años de la natación por el mundo. La Pasión Acuática tuvo su subtítulo.

Publicado en semanario 20Once de Paysandú.

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